Reseña - "El Hobbit: La Desolación de Smaug" (The Hobbit: The Desolation of Smaug)

Sinopsis: En "El Hobbit: La Desolación de Smaug" continúa la aventura de Bilbo Bolsón, junto a Gandalf y trece enanos, guiados por Thorin Escudo de Roble, en una misión épica para reivindicar la Montaña Solitaria y el reino perdido de los enanos, Erebor. Tras sobrevivir al inicio de su inesperado viaje, la Compañía se dirige al Este. A lo largo de su viaje se encuentran con el cambia-pieles Beorn y un nido de arañas gigantes en el traicionero Bosque Negro. Tras escapar de los peligrosos elfos silvanos, los enanos se dirigen a Ciudad del Lago y posteriormente a la mismísima Montaña Solitaria. Allí se enfrentarán al mayor peligro de todos, la criatura más aterradora: el dragón Smaug.

Calificación: ★ ★ ★ ★ ★

Dejaré un punto claro para seguir adelante: La trilogía de El Hobbit no es El Señor de los Anillos, y causará confusión entre algunas personas de por qué un libro independiente se dividió en tres películas de casi tres horas de duración, cuando una sola película pudo haber sido magnífica. Dicho esto, esta segunda entrega es una ligera mejora con respecto a la primera, aunque algunos seguidores de Tolkien se verán decepcionados por que algunos de los personajes ni siquiera se encuentran en el libro. Uno de los problemas fundamentales en El Hobbit es que hay demasiadas travesías y no se enfoca en la construcción de relaciones. No hay un sentido de camaradería y de amistad de la misma manera que había en la Comunidad del Anillo conformada por nueve miembros.

Pero lo que en realidad funciona de la película es la parada en el Bosque Negro, donde el asombroso pero frío de carácter, el Rey de los Elfos, Thranduil (Lee Pace) desempeña el papel de una manera impecable como el papá del hijo perfecto que es Legolas (Orlando Bloom), que obviamente muestra una atracción por la encantadora (y completamente nueva al mundo de Tolkien) capitán de la guardia, Tauriel (Evangeline Lilly). El heroíco papel de Bardo el Arquero (Luke Evans) fue una buena decisión para encarnar el papel. Las escenas de enfrentamientos (especialmente las de Legolas y Tauriel) son, como siempre, una de las especialidades de Jackson, al igual que los paisajes de la Tierra Media por su antiguo director de fotografía Andrew Lesnie, quien sabe como sumergir al público en los escenarios llenos de color. Por último, no se puede escribir una reseña sobre El Hobbit sin mencionar el rendimiento de captura de movimiento de Benedict Cumberbatch como Smaug. Con su voz de barítono resonante (que recuerda a James Earl Jones), Cumberbatch imbuye a Smaug con una rabia psicópata y arrogante. Es fascinante y escalofriante, y es la prueba de que este tipo de actuaciones exigen al más fino de los actores.

Lo que los padres necesitan saber:

Los padres necesitan saber que La Desolación de Samaug es la segunda entrega de tres partes adaptadas de El Hobbit, del director Peter Jackson. A diferencia de las adaptaciones limitada de cada una de las tres películas de El Señor de los Anillos, El Hobbit se expande más allá con el aumento de escenarios y la participación de personajes que no se mencionan en el libro. Si bien esta serie sigue siendo más amigable que la más violenta trilogía de El Señor de los Anillos, todavía habrá algunas escenas dignas de saltos y un poco escalofriantes; sobre todo las que incluyen a los orcos, al dragón Smaug y la más mala de las entidades, Sauron. Los espectadores con miedo a las arañas, podrán econtrar algunas escenas difíciles de ver. Arcos son las armas de elección, pero los martillos, espadas y otras armas forjadas se utilizan también en las escenas de lucha (además de el arma favorita de el dragón, el fuego).

Edad recomendada: de 11 años en adelante.

Información de la película: Estudio: Warner Bros. | Director: Peter Jackson | Reparto: Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage | Género: Fantasía | Duración: 161 min. | Clasificación MPAA: PG-13

Eduardo Cuéllar es escritor de reseñas para Cinéfilo en Acción.

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